Cinco
voces hispanoamericanas calientan con sus relatos el invierno que se avecina
José Díaz- Díaz
Desde Florida y Texas, en edición bilingüe, las voces
de cinco experimentados narradores confluyen en una aventura editorial llamada Un
Escorzo Tropical, A tropical foreshortening.
Son quince elaborados y exquisitos cuentos, inflamados
de pasión a cual más, que buscan intimar con el lector en el inconfesable
deleite de transgredir la intimidad de sus— hasta ahora— calladas vivencias.
Con textos de José Díaz-Díaz (Colombia) y de María
Gabriela Madrid (venezolana)— quien realizó la traducción al inglés— esta Antología
recoge también la huella literaria de sus compañeros de aventura: Enrique Córdoba
(Colombia); Oscar Montoto Mayor y Aymara Jares (cubanos). Muy recomendable su
lectura para atemperar estos gélidos tiempos de ruidosa algarabía ajena al
placentero deleite que produce el asombro de una historia bien contada.
La edición, que pertenece a la colección de La Caverna, escuela de escritura creativa, viene bellamente ilustrada con
óleos del reconocido maestro mexicano Alejandro Rosales Lugo. Ordénala ya en
Amazon.com
Mientras tanto, los invito a leer el Prólogo que
acompaña el libro, escrito por Armando Caicedo y la Introducción consignada por José Díaz-Díaz.
Prólogo:
“Garrapateo esta nota con respeto reverencial por los
autores de cuentos y relatos, porque ellos son creadores de mundos que nunca
llegamos a imaginar. Los admiro por osados y valientes, porque se atreven a
sumergirse en las profundidades de mundos desconocidos, con la misión de
rescatar con sus narraciones las claves que podrían contradecir las mentiras
que se emboscan en las leyes de la historia real.
Los escritores son artesanos de la palabra que, a
punta de fuelle, mantienen viva la brasa de la imaginación. Ellos tienen la
habilidad de forjar a fuego y a golpes de cincel figuras imposibles. Martillan
sus temas sobre ese yunque que cargan en el hemisferio derecho del cerebro,
allí donde se originan los sueños y se maquinan las conspiraciones.
No soy un crítico literario, ni un profesor de
academia. Soy un simple escritor de avisos clasificados y obituarios. Lo que sí
reclamo, con pasión de evangelista, es mi rol como lector exigente. Por eso
aprecié —de oído— la música que en estos quince escritos cargan sus palabras.
Me gocé con la construcción de unas metáforas tan monumentales como una
catedral. Analicé con mal disimulado cabreo los conflictos que surgen, los
dilemas que complican la trama, las rivalidades y los antagonismos que turban y
perturban, que enredan y capturan la emoción de cualquier lector curioso,
porque durante su lectura, uno intenta adivinar dónde diablos se esconden las
signos, las fintas y las argucias... protocolos que con mano maestra
desarrollan estos cinco escritores, para asombrarnos con sus finales
sorprendentes.
Este género literario es tan exigente, que la
elaboración de un cuento le demanda a su autor pulcritud en el oficio. Pulso de
cirujano cerebral, sin lugar a temblores ni descaches. La técnica y disciplina
de un relojero suizo. La imaginación de un genio confinado en un manicomio. Y
la pureza estética de un asceta. Este compendio tiene estructura de libro, pero
en su alma más parece una piñata, repleta de relatos, crónicas y viñetas, que a
golpe de lectura estallarán en el ambiente para llenarnos de sorpresas.
¿Cuál de estos quince relatos me gustó más? Lo siento,
no puedo divulgar su título. Antes de asumir la grata tarea de leer estos
manuscritos, tuve que jurar sobre varios poemas sueltos que guardaría, hasta la
tumba, este secreto de confesión. Así que el lector es quién ahora tiene la
palabra, porque al final de cuentas y de cuentos, cada gusto orbita en un
universo personal. Ya verás que uno de los quince relatos te afectará la
imaginación mucho más que los otros catorce, pero hay que paladearlos
todos... porque para resumir esta experiencia, el mejor vino, como el
mejor cuento, «es el que a mí más me gusta».
A escasos tres renglones de la puerta de entrada a
este mundo de fábula, recuerda que sólo tienes que hacer clic en las entrañas de cualquiera de
estos quince elaboradas narraciones para acceder a ese mundo seductor, donde el
autor cultiva sus fantasías. Pocas veces tan pocas palabras podrán sorprender
tanto, a tantos lectores”.
Armando Caicedo*
*Periodista
y escritor colombiano residente en la Florida. Desde hace catorce años produce todas las semanas un
paquete de Humor Editorial que se distribuye a diferentes periódicos
en español en Estados Unidos. Sirve a más 750 mil lectores cada semana, con sus
columnas de sátira política y sus apuntes como editorialista gráfico. Caicedo pertenece a la Association
of American Editorial Cartoonists –
AAEC – y a la National Association of
Hispanic Journalists –NAHJ-. En tres
ocasiones ha sido galardonado con el “Premio José Martí” concedido por la National
Association of Hispanic Publications –NAHP- como reconocimiento a su
trabajo como editorialista gráfico en “El
Tiempo Latino”, el semanario en español del “Washington Post”. En 1989, la Revista Time lo reconoció como uno de los más
destacados creativos de América Latina.
Introducción
“De similar manera como el
azar pareciera estar presente—subyaciendo cual zurcido invisible— en la
concatenación y explicación necesaria de toda actividad humana, la huella de la
escritura de los autores que conformamos esta Antología, se me antoja, forjada
cual golpe de dados sobre el papel blanco que la contiene. No hay una intención
generacional aunque, tres de los cinco, nacimos justo en la mitad del siglo
pasado. Las dos escritoras que engalanan este libro, como todas las mujeres,
siempre son más jóvenes.
Tampoco ha sido el
resultado de una estricta selección por géneros literarios puesto que el lector
encontrará entrelazados: cuentos, viñetas y crónicas. En el caso de que fuera
necesario encontrar un punto de partida que le imprima unidad al libro, este
eje es, sin duda alguna de orden extraliterario: nuestro común carácter de
inmigrantes. Somos todos inmigrantes en los Estados Unidos, desde donde
asumimos la patria como Lenguaje y desde allí, conjuramos la presencia perenne
de nuestro saber ancestral con la
hermosa promiscuidad de la cultura que nos da albergue.
Los frescos y deliciosos
cuentos de María Gabriela Madrid, nos transportan al regazo de ese espacio
mágico en donde conviven la inocencia con la razón de los instintos para tomar
cuerpo en personajes perplejos, de una terneza que emociona y a la vez
desestabilizan la lógica del lector con su imprevisible actuar y con los
inesperados finales de sus gozosas historias.
Los personajes femeninos
creados por la novel pluma de Aymara Jares, son inquietantes criaturas que
rondan sonámbulas y perdidas por las surreales moradas de paredes de sueño y
vigilia donde toda certeza es imposible de confirmar. El lector será impactado
por una ráfaga de pánico incontenible al contacto con el dolor existencial que sufren
las protagonistas de estas turbadoras historias cotidianas.
Oscar Montoto Mayor, con su
estilo de escritura depurada por décadas de ejercicio de amanuense caribeño, será
el encargado de dibujar pintorescas viñetas que, al igual que los tableau franceses de cuadros de
costumbres, con un pincelazo nos transporta al centro donde el carnaval desfila
sus monumentales formas de sensualidad y desmesura.
La desinhibida manera de
contar de Enrique Córdoba— encapsulada dentro de las tradicionales normas de la
crónica periodística— sin el tapiz del símbolo escondido y bajo una mirada real
y directa sobre el hecho narrado— seduce al lector al encontrar en lo cotidiano ese elemento que
consigue alborozo y asombro, hallazgo sin el cual toda escritura perdería uno de sus dones más
preciados.
En cuanto a mis cuentos, es
una invitación a celebrar lo extraño y marginal, lo diferente y lo mórbido.
Podría ser una reflexión sobre esa zona no controlable, quizás perversa, donde
se juntan y confunden la realidad y el subconsciente. Las criaturas de la
ficción—de carácter sesgado e inaprensible— intentan de todas maneras hacer de
sus vidas un ejercicio de libertad, de
búsqueda, así fallen en el intento de conseguirlo. No hay moralina, solo
insinuaciones, porque el piso sobre el cual caminan se viene abajo y solo una
cuerda floja como franja instintiva les sirve de salvavidas. He ahí la
intención de dibujar una metáfora de nuestro tiempo.
Para terminar, quisiera
honrar la importancia que para nosotros tiene el carácter bilingüe de esta
Antología ya que consideramos prioritaria y necesaria la inserción de nuevas
voces narrativas hispanoamericanas en el contexto bibliográfico anglosajón”.
1 comentario:
Maria Gabriela Madrid Que emoción ...Al fin salió el huracan creativo producto de tanto esfuerzo e ilusión ...Tal cual listo para disfrutarlo ahora en Dia de Gracias, Navidad y cualquier momento de soledad ... Un abrazo José, Aymara,Enrique,Oscar y Armando y brindo por lo increible de haber estado juntos en éste maravilloso proyecto y dentro de poco a calentar los motores para el próximo Saludos a todos Gaby
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